jueves, 27 de marzo de 2008

La poesía huye, a veces,

de los libros para anidar extramuros,




en la calle, en el silencio, en los sueños,


en la piel,


en los escombros, incluso en la basura.




Donde no suele cobijarse nunca es en el verbo de los subsecretarios, de los comerciantes o de los lechuginos de televisión.

Sabina.


2 comentarios:

Siyah_Oje dijo...

perfct

Unknown dijo...

Vivimos en un mundo repleto a rebosar de ignorancia. Donde se subestima la fortaleza y se defiende, a ciegas, al más débil. Donde las puertas se abren con bellas esculturas. Puertas éstas, que no conducen a nada productivo.
Es el fuerte, el digno, el poderoso, el de sólidos principios, el que guía y protege realmente a los débiles. Sin él, y no por acción de otros débiles, aquéllos ya estarían más que extintos.
Nos guste o no el mundo en el que vivimos, existe y existimos gracias a tipos como él.
TE AMO BEN!!!
(y a tí tb te quero, Maka)