domingo, 27 de abril de 2008

Siempre igual

Ocho de la mañana, suena el despertador, te levantas de cama, eso es lo peor, te arrastras al lavabo, la cabeza te estalla, tomaste demasiado, ayer de madrugada. Agua fría, alka-seltzer, café negro, sin afeitar, el calcetín no aparece y además es muy tarde ya, al final lo encuentras, debajo de la cama, sales a la calle, maldiciendo la mañana. La vida te sonríe: hace frío y llovizna, también sonríe tu jefe, allá arriba en la oficina: "¿Qué ha pasado Rodriguez? llega usted tarde otra vez, si se vuelve a repetir, voy a dar cuenta de usted". Callas y sin decir nada, comienzas a teclear, así toda la mañana, hasta las dos siempre igual, diez años esperando, que te toque una quiniela, para escapar de esa vida, para escapar como sea. Vuelta otra vez al trabajo, así pasas la tarde entera, como son muy generosos, sales a las ocho y media. Sigue lloviendo en la calle, pasa una tía y la miras, ella no te hace ni caso, sigues andando y la olvidas. Regresas de nuevo a casa, siempre sucia nadie espera, la cena es congelada, no hay ninguna sorpresa. No puedes resistir más, la vida te ha traicionado, dónde estan tus sueños, dime dónde han quedado. Te acercas al armario, tu amigo DYC allí espera, destapas la botella y vuelta otra vez a la rueda. Otra vez a la rueda, otra vez a empezar, siempre la misma historia, cada día siempre igual.
LOS SUAVES

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